
Las olas me arrastran hacia dentro.
Escucho murmullos dentro de mi caracola,
vacía y llena a la vez,
de llantos contenidos
y de risas olvidadas.
Me sumerjo.
Dejo de sentir el sol
sobre las agujas del reloj.
Quietud.
Calma.
Introspección en el vacío del cambio.
Abrazos de un niño de tres años.
Llanto interno inagotable.
Mil esquinas, mil paisajes.
La memoria permanece.
El viento sopla y la engrandece.
Busco un trapo, un pañuelo.
Busco el tipex sobre el tiempo.
Busco el tiempo del reinicio.
Busco el reinicio y el templo.
Dame abrigo en este llanto.
Dame gris entre las sombras.
Dame un cuento que me rompa.
Dame la clave y las sobras.
El alma inquieta.
La daga clavada en la meta.
Despedazar nueve años
Recomponer mi silueta.
Mer
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