La mano se movía
y los trazos dibujaban el cuadrado de un gran templo
La mano se movía
y las olas recorrían las esquinas siendo Dios
En el punto cero,
el cuadrado era la Tierra
La mano se movía
y los recuerdos caminaban por sendas futuristas
La mano se movía
y las visiones
se reclinaban ante el brillo de tu mirada
En el origen de mis entrañas,
el cuadrado era la onda.
Yo era Tierra, era templo, era centro…
Mi mano se movía
y los dibujos te intuían flotando desde el cielo
Tu mano se movía
y las letras me decían los puntos cardinales de algún tiempo.
En el cuadrado del pasado,
el origen era yo y el fin eres tú,
cuadrando el cero.
MER
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